Pasamos 3 días en Chamonix, donde nos hizo un tiempo espectacular. Llegamos la primera tarde con el tiempo nublado y el suelo mojado de esa misma mañana pero el resto de días nos acompanó el sol y el buen tiempo. El camping de Les Marmottes era justo lo que buscabamos, con los Alpes Franceses de fondo y el río Arve por detras nuestra. A Chamonix eran 10 minutos en coche asi que la situación era perfecta para nosotros. Todas las mañanas a las 9:00 visitaba el camping una furgoneta de una panaderia local para traer pan y croissants recien hechos.
Las parcelas del camping variaban de tamaño según lo que contratases, los dos primeros dias estuvimos en una de unos 90 metros cuadrados y como cambiamos nuestra idea inicial de estar solo dos noches, a estar 3, el último días nos mudamos a otra mas grande, que tenia mas de 100 metros cuadrados, nos sobraba media parcela.
Aprovechamos nuestra visita a Chamonix - Mont-Blanc para visitar el parque de Merlet, que es una eserva natural con rutas de senderismo de bosque y prados, además de vida silvestre de montaña incluyendo marmotas y ciervos que están libres en todo el recinto.
La visita al parque fue un acierto, hay varias rutas con distinto nivel de dificultad pero como Alma se encontraba super emocionada de ver a las cabras, llamas, conejos, cabras sueltos por todo el parque no le costaba nada tener que subir y bajar cuestas andando. Los prados del parque estaban muy bien cuidados y siempre con los Alpes de fondo. Hay bastante gente visitandolo pero al ser tan extenso nunca hay problemas de aglomeraciones.Para comer tenian un restaurante en la entrada pero nosotros llevamos comida, que no puedes comer dentro del recinto por los animales, pero a la entrada tienen zona de picnic donde comer.
La segunda mañana Alma aparecio con un bulto como una pelota en la frente de algún insecto que le había picado, asi que nos acercamos al hospital de Chamonix para que le echaran un vistazo. Nos atendieron muy bien, y a los pocos minutos salió un doctor para revisar a Alma y comentarnos que estaba todo bien, que ya le bajaría con los días como así fue.
Por la tarde fuimos a visitar el centro de Chamonix, es un pueblo de montaña muy bonito con calles peatonales y tiendas sobre todo de articulos de senderismo y de escalada. Estuvimos paseando por el centro de Chamonix y nos tomamos un helado en una de las muchas cafeterias que hay.
Durante el día que estuvimos en Chamonix fuimos también a vistiar un pequeño parque de atracciones que hay en el puebblo. La verdad es que estuvo genial porque había pequeñas atracciones para niños y Alma se lo paso en grande, sobre todo en los minicars electrícos y en las alfombras tirandose por los toboganes, aunque la estrella del parque es el trineo de verano que te sube hasta la cima y te suelta hasta abajo controlando la velocidad por un freno que lleva el trineo, nos subimos dos veces y la sensación fue muy buena porque coges bastante velocidad ladera abajo.